Dentro del III Foro de debate. El I Simposio Nacional de Psiquiatría Legal y Ciencias Forenses

 

Los juicios mediáticos en los enfermos mentales: ¿impacto o información?

Dr. D. Jorge Gallardo Camacho
Subdirector de “Espejo Público” (Antena 3) y Doctor en Comunicación Audiovisual.
Profesor de la Universidad Camilo José Cela. jgallardo@ucjc.edu

1. Introducción: el rol del psiquiatra en los medios

La televisión ha evolucionado en su lenguaje y en sus contenidos en determinados ámbitos. En el caso de los colaboradores, el medio televisivo empieza a prescindir de la figura de la persona que va a un plató para comentar asuntos que desconocen. Al menos, esta tendencia se produce en programas informativos o de actualidad que huyen de “opinadores” externos. En este sentido, el papel del colaborador-especialista se utiliza cada vez más con el fin de que se hable con propiedad sobre la materia. Y aquí es donde nos encontramos con el importante papel de la psiquiatría. Por ejemplo, en un plató de televisión en el que se traten temas de actualidad es necesaria la presencia de varios especialistas:

 

  • El periodista: es el que investiga el caso, maneja las fuentes y aporta información que se muestra al espectador. 
  • El abogado: aclara dudas sobre temas legales y representa a sus clientes cuando éstos no quieren hablar con los medios. 
  • El policía: el investigador de la Policía o la Guardia Civil que aclara detalles (se suele contar con el responsable del caso o con exagentes -ya jubilados- que pueden hablar libremente sobre asuntos investigados o sobre las acciones de sus compañeros)
  • El juez: su papel es importante para valorar sentencias o para preverlas en un plató. Lo habitual es que el juez del caso en cuestión no haga declaraciones durante el proceso y por eso se recurre a exjueces o jueces que no están involucrados en la causa. 
  • Forenses del caso: psicólogos, arqueólogos y demás especialistas necesarios para desgranar un caso determinado. 
  •  Y, por supuesto, los psiquiatras.


El psiquiatra de «cabecera» que acude a un plató de televisión para darnos las claves para ser felices o combatir la depresión ha pasado a convertirse en un formato añejo y del pasado. El psiquiatra ahora viene al plató para explicar o descifrar casos reales que son, principalmente, de actualidad.

Pero cuando hablamos de actualidad, ¿a qué nos referimos? El ámbito temático del suceso hace que salgan a la luz casos que son mediáticos y que requieren de especialistas para explicar lo que ha pasado. Cuando se produce un suceso o crimen inexplicable, el espectador necesita una argumentación coherente y razonable de los hechos. Por ejemplo, es complicado explicar lo que hay en la mente de un asesino que ha matado a toda su familia. En este caso, el papel del psiquiatra es necesario para completar la información por dos motivos: a) porque el juez o las partes van a pedir la intervención de psiquiatras forenses para analizar el estado de salud mental del acusado y b) porque hace falta explicar al espectador el eterno debate de si es un enfermo mental o, simplemente, una persona malvada. ¿Quién asesinaría en su sano juicio a sus propios hijos?

Sin embargo, el papel del psiquiatra durante la evolución del caso va casi siempre in crescendo en los medios. Por ejemplo, en el suceso de los niños desaparecidos de Córdoba[1] se producen más o menos las siguientes fases:

1. Primeros días de la desaparición de los niños: interesa su paradero y por ello el testimonio de los padres y de los investigadores policiales son importantes.

2. Detención del padre de los niños: gana interés el testimonio de la madre de los niños pero solo habla una portavoz, los investigadores se cierran en banda y no aportan datos oficiales.

3. Instrucción contra el padre: la sociedad se pregunta si un padre es capaz de asesinar a sus propios hijos y mentir continuadamente en sus declaraciones. Los medios empiezan a preguntar a expertos sobre si José Bretón es un enfermo mental o no.  El fiscal del caso y el Subdelegado del Gobierno de Córdoba empiezan a hacer declaraciones.

4. Búsqueda: paralelamente participa un técnico que busca a los niños en la finca con un georradar (por si estuviesen allí enterrados) en colaboración con la policía. Gana protagonismo como especialista en los medios. La madre hace sus primeras declaraciones. El Comisario responsable del caso también habla en los medios de comunicación.

5. Pruebas mentales: las peticiones de pruebas psiquiátricas al padre tanto por el juez como por las partes avivan la necesidad de estos expertos para interpretar la filtración posterior de los informes forenses. La investigación revela que los niños pudieron ser sedados con tranquilizantes. ¿Tenía una enfermedad mental? ¿Quién le prescribió la medicación? ¿Cuánta dosis sería necesaria para dormir a sus hijos? Solo un psiquiatra puede responder a estas preguntas con contundencia.

6. Detección del error. Un antropólogo forense detecta que los huesos encontrados en una finca no son de animales -como dijo primeramente la forense de la policía- sino humanos. Es el protagonista de la investigación.

7. El juicio: se presentan pruebas e informes forenses. Se retransmite en directo en las cadenas de televisión con un desfase de 5 minutos (a petición del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía).

8. La sentencia: la madre, Ruth Ortiz, concede una única entrevista. Nunca más ha vuelto a hablar del caso.

Si observamos el proceso evolutivo del suceso, el papel de los psiquiatras es importante en casi todas sus fases. José Bretón acudió una semana antes de asesinar a sus hijos a una consulta médica de un psiquiatra para pedir Orfidal y Motivan. En este caso concreto, el médico de José Bretón solo hizo unas declaraciones breves a un medio de comunicación pero respetando el secreto profesional. El juicio fue retransmitido casi en directo por todas las cadenas de televisión y la versión de este especialista se dio íntegra (como vemos en la Figura 1).

Otro debate sería el del papel de los psicólogos, doctores en psicología o psicólogos forenses. En los medios también se recurre a estos expertos para hablar más desde el punto de vista de los sentimientos (relaciones de pareja, violencia de género, problemas familiares, etc.). ¿Cómo vive una madre la desaparición de sus hijos? ¿Cómo puede superarlo? Sin embargo, lo ideal es contar con el punto de vista de ambos expertos.

2. El secreto profesional de los psiquiatras en los medios

Todos sabemos que un psiquiatra tiene la obligación de no revelar lo que sucede en una consulta. Sin embargo, el periodista puede preguntar a los médicos de los protagonistas de la noticia cuando un caso se hace mediático y su estado de salud es relevante (al menos off the record).

Cuando el especialista realiza una prueba forense a un acusado, a veces, no es consciente de que sus evaluaciones y puntos de vista no solamente van a ser tenidos en cuenta por el juez. Muchos de esos informes serán filtrados a la prensa y examinados exhaustivamente por otros compañeros en televisión además de por los espectadores. ¿Son legítimos estos juicios paralelos? ¿Tiene derecho la audiencia a conocer detalles de un caso incluso antes que algunas de las partes?

2.1. ¿Quién filtra los informes forenses?

Habitualmente y sin la pretensión de crear un manual del buen filtrador, las informaciones proceden casi siempre de los abogados implicados en el caso. También pueden proceder de fuentes policiales y, de manera menos habitual, de fuentes judiciales. Sí, existen casos de jueces que filtran datos durante la instrucción con varios intereses: presionar a los reos, brillar mediáticamente o para que le deban favores.

De esta manera, los abogados son los primeros agentes externos a los juzgados que reciben los informes forenses cuando no hay o se ha levantado el secreto de sumario. Muchos pensarán que a los letrados solo les debería interesar filtrar los informes solicitados por ellos mismos pero a veces sucede que filtran documentos que perjudican a sus clientes. ¿Por qué lo hacen? Hay varias explicaciones a esta pregunta. La más probable es que el abogado filtrador entabla una buena relación con el medio, donde además intentará desmontar el informe a través de sus declaraciones o con la filtración de otro peritaje opuesto. Es poco frecuente pero hay jueces molestos con las filtraciones y solicitan a los medios que desvelen sus fuentes. Poco tienen que hacer ante el secreto profesional que ampara también a los periodistas.

En contadas ocasiones es el propio psiquiatra forense el que filtra el documento ya que en ese caso sí que estaría vulnerando el secreto profesional.

Para evitar que se sepa si la filtración procede del documento original en ocasiones en la emisión se evita que se vea el informe real y se hacen transcripciones del mismo sin enseñar el original. Es una manera de evitar que se detecte cómo y quién ha hecho la filtración (es decir, si el documento físico lo tienen tres personas pero no se enseña es posible que la filtración haya sido verbal y no física, lo que dificulta la localización de la fuente).

2.2. Casos de psiquiatras y filtraciones

Veamos con ejemplos lo que ha sucedido con algunos casos mediáticos en España con respecto a la filtración de información sobre la salud mental de los imputados:

a) Crimen de Asunta Basterra[2]. El juez instructor del caso puso marcas de agua digitales en el sumario entregado a las partes para detectar el origen de las filtraciones. En pocos días se empezaron a dar las primeras imágenes del mismo en medios de comunicación.  Pero, en este caso, entra en acción un agente sorpresa. El que fue el primer psiquiatra de la madre imputada por el asesinato de su hija en 2009 empieza a hacer declaraciones en varios medios de comunicación.

Incumplió abiertamente el secreto profesional de su paciente y fue demandado por revelación de secreto profesional por el abogado de la imputada. El psiquiatra dijo al juez que habló porque se había “sentido presionado por los medios” y porque un socio le había “dejado en la ruina”. Lo cierto es que durante su participación en esos programas, algunos colaboradores y compañeros psiquiatras le advirtieron de la falta ética y de la ilegalidad que estaba cometiendo.

En el crimen de Asunta, por el momento, faltan pruebas patentes que demuestren quién asesinó a la pequeña. Por este motivo, los informes psiquiátricos adquieren un valor importante en la instrucción.

b) Caso de José Fernando Ortega. El hijo de Ortega Cano se ve inmerso en varios delitos e ingresa en prisión. Su defensa intenta por todos los medios una reducción de la pena con motivo de sus adicciones a las drogas. Se realiza un informe de parte que se filtra a los medios y el psiquiatra que lo realiza habla abiertamente ante las cámaras (Figura 



4). ¿Incumple el secreto profesional? El psiquiatra está difundiendo la versión conveniente para la buena defensa del paciente suponiendo además que lo hace en connivencia con la letrada del hijo del torero. Finalmente, sí fue aceptada el atenuante de drogadicción.

c) Caso Marta del Castillo[3]. Se filtran los informes psiquiátricos que se le realizan a Miguel Carcaño en prisión (condenado por el crimen de la joven). Es importante conocer la mente de una persona que ha mentido a la policía en varias ocasiones con respecto al paradero del cuerpo de la joven. ¿Pudo planificar el crimen solo?

3. Las pruebas “humo”: el interés por lo novedoso

Los medios de comunicación pecan a veces de ir solo a lo atípico, a la anécdota. Lo novedoso causa más interés que lo rutinario. De ahí, el dicho de que solo hay noticia cuando el hombre muerde al perro. En ocasiones, se recurre a grafólogos y morfopsicólogos para conocer la situación mental de una persona a la que no se le ha hecho una prueba empírica o una entrevista personal. La letra de una carta o un gesto levantan la imaginación del espectador gracias a las interpretaciones de estos “expertos”.

A esto se suma la falta de credibilidad jurídica que tiene la popular máquina de la verdad. Sin embargo, en los últimos meses ha aparecido una prueba pionera que ha atraído la atención de todos los medios de comunicación. Se trata de la P300: un nuevo test evocador de la verdad importado de los Estados Unidos y que en España se ha aplicado para descifrar lo que oculta la mente de dos acusados: el marido de la mujer descuartizada en Ricla (Zaragoza) y el asesino de Marta del Castillo. Es fácil decir que los medios de comunicación espectacularizan la realidad pero en estos casos la motivación viene apoyada por la propia policía y por el juez. Por ejemplo, ¿la policía ha recurrido en alguna ocasión a una vidente para resolver un crimen o desaparición en España? A veces, la realidad supera la ficción.

4. Conclusiones

El papel de la psiquiatría forense es importante, por tanto, en los juicios y en los medios. Es fácil criticar la existencia de juicios paralelos pero siempre será mejor recurrir a la opinión de expertos y especialistas antes que dar voz a opinadores ajenos a los conocimientos necesarios para hacer valoraciones con fundamento.

Para culminar la comunicación nos gustaría animar a la comunidad médica para que vea a los medios de comunicación como aliados y como herramientas útiles. De este modo, hay que tener en cuenta los motivos por los que un psiquiatra debería hablar con los medios:

a)   Porque si colabora en un medio puede evitar la estigmatización de los enfermos mentales durante el transcurso de un programa de televisión.

b)   Porque se acercan la psiquiatría y sus conceptos básicos a la sociedad: “ir al loquero no es malo”. Se normaliza su presencia.

c)    Porque le da visibilidad como profesional.

En definitiva, el buen comunicador ha de encontrar el punto intermedio entre impacto e información. Hay que evitar la realización de juicios paralelos pero sí creemos necesario encontrar el equilibro en cuanto al derecho a la información en casos de interés para la ciudadanía. Aceptemos que en algunas informaciones se ha pasado de la noticia pura al infoentretenimiento, pero éste siempre debe respetar a las fuentes, recurrir a expertos y no faltar a la verdad.

[1] El caso de los niños de Córdoba es el de dos niños (Ruth y José) asesinados por su padre (José Bretón). El caso tardó en resolverse por el error de una forense que pensó que los huesos hallados en la finca de los abuelos se correspondían a animales. Las teorías sobre el paradero o posible secuestro de los niños estuvo siempre en el aire hasta que otro forense desveló que los huesos de la finca se correspondían al de niños. El padre nunca ha reconocido los hechos pero ha sido condenado a 40 años de prisión por asesinar a sus hijos.

[2] Caso de la niña asesinada en Galicia llamada Asunta, de origen chino, y cuyos principales sospechosos son sus dos padres adoptivos: Rosario Porto y Alfonso Basterra.

[3] El crimen de Marta del Castillo ha llamado la atención de la opinión pública porque la policía ha invertido miles de euros y de horas para localizar el cuerpo de la joven.