Mucho se habla del corporativismo profesional cuando nos referimos a la medicina. Lo esencial es saber que la Justicia no castiga el error profesional ya sea diagnostico o terapéutico, si no lo que es unible en el derecho penal es la actitud o conducta por parte del profesional negligente, imprudente o, bien, derivada de lo que se llama en términos jurídicos: «ignorancia inexcusable». Por otro lado ha aparecido la figura del «defensor del paciente» cómo una teórica forma de contrapesar la desmesurada influencia y poder del profesional sanitario (el médico, esencialmente). Todo ello merece la pena ser debatido tanto por profesionales del sector sanitario como de la praxis de jurídica poniendo en cima de la mesa con un dialogo ponderado y mesurado la situación actual y ver con realismo lo que esta ocurriendo.
También es importante que este tema llegue a los futuros juristas y médicos, los estudiantes de derecho y de medicina quienes están especialmente invitados a la jornada
